16 junio 2006

Personajes No Jugadores: Cara de Madera

Una de las cosas que se necesitan para empezar una campaña es detallar los Personajes No Jugadores más relevantes con los que los jugadores se van a encontrar con más frecuencia, así que aquí empiezo una serie de posts sobre los PNJs que van a influir más en la historia.

Voy a dejar de lado de momento las típicas estadísticas, centrándome más bien en la apariencia, las motivaciones y los secretos de los mismos. Siempre habrá tiempo más adelante para elegir un reglamento y elaborar la hoja de personaje.

Comenzamos con Cara de Madera.


Este misterioso personaje será uno de los dos inseparables del personaje jugador, o al menos eso es lo que espero si no se tuercen las cosas. En principio su papel es aportar músculo y habilidad en armas, de las que a priori carece el PJ, así como un halo de misterio y exotismo a la a ventura por las características únicas de este personaje en el contexto de los Reinos.

Se trata de una persona grande, de casi dos metros y con espaldas anchas, que va siempre completamente embozado, encapuchado y enguantado, sin dejar un solo milímetro de piel a la vista. Su rasgo más sobresaliente e impactante es una gran máscara de madera de estilo desconocido en los Reinos que le cubre totalmente el rostro ( y que consiguió en el Imperio Negro del norte, de camino hacia los Reinos). Además maneja armas bastante exóticas: una espada de hoja muy estrecha (como del s. XVII) y dos pequeños artefactos lanzaproyectiles (ballestas de mano, aunque el concepto es desconocido en los Reinos Dirganos) que parecen ser capaces de derribar oponentes totalmente acorazados.

Y nadie ha podido saber mucho más de él... porque no habla. No se sabe si es por ser mudo o porque simplemente rechaza decir nada. Solamente se comunica por gestos. La gente que le trata le puso por nombre Cara de Madera o simplemente Madera, y él parece haberlo aceptado porque atiende a esos nombres.

Secretos: En realidad se trata de un espía ungbuz, enviado por el Ungbuzstad para estudiar y en cierta medida preparar una futura invasión de los reinos. Ese es el motivo de la máscara y de que no deje un palmo de piel al aire: es consciente de que para los habitantes de los Reinos su raza es la misma que la de los demonios.

Sabe que los Reinos están bajo la influencia de los elfos, por lo que busca una forma de que los humanos se den cuenta de ese dominio y se vuelvan contra los elfos, allanando así el camino para la futura invasión. Y ése es el motivo por el que se ha unido a la corte campestre de don Damoteo... momentáneamente.